LA VIDA FAMILIAR

El manejo diario de una enfermedad tan compleja y poco frecuente puede traer muchas implicaciones emocionales que probablemente le afecten a usted como paciente o cuidador; sin embargo, también es importante tener en cuenta a otros miembros de la familia, las relaciones y los aspectos de la vida familiar que pueden verse afectados por el hecho de vivir con una persona a quien se le ha diagnosticado síndrome de Hunter, y el modo en que pueden trabajar para superar estos desafíos en conjunto.

Puede ser difícil hablar con sus personas más cercanas sobre el síndrome de Hunter. Es probable que, al menos al principio, sus familiares y amigos no estén familiarizados con la enfermedad y, por lo tanto, no sepan exactamente qué tipo de ayuda necesita y cuál es la mejor forma de brindarle apoyo práctico y emocional. Esto se complica aún más por el hecho de que no hay dos familias que se vean afectadas de la misma manera; esto significa que es muy importante que sea lo más sincero posible con respecto a su experiencia personal y el tipo de ayuda que le gustaría recibir de sus personas más cercanas.

Abrazo entre madre, padre e hijo

Crear conciencia sobre el síndrome de Hunter, sus síntomas y cómo afecta personalmente a su familia es el primer paso clave para que sus seres queridos sepan cómo ayudarle mejor. Sin embargo, también existen grupos de apoyo que pueden ser un gran recurso al cual puede recurrir. Hablar con quienes han tenido experiencias similares a la suya puede ser valioso, y también puede ser una gran oportunidad para aprender de quienes tienen un conocimiento más profundo sobre el síndrome de Hunter.

Como cuidador, algunos de los aspectos emocionales que pueden afectarle son los siguientes: